Proyecto de Ley proponiendo la creación del Programa de Fomento a la Empleabilidad

Pensamos este proyecto de ley como una herramienta para la generación de empleo permanente, el crecimiento profesional y la movilidad laboral en un mundo globalizado, generando consciencia acerca del concepto de empleabilidad y sobre todo de la importancia de generar los ámbitos adecuados para todos los ciudadanos la desarrollen.

Expediente Nº: D-54495/20

Tipo: PROYECTO DE LEY

PROYECTO DE LEY – De la diputada Núñez y otros diputados, proponiendo crear el Programa de Fomento a la Empleabilidad (PFE).

Comisión: Trabajo y Régimen del Empleado Público

Fecha: 17-07-2020

Autor: Dip. Núñez, Rita Vanesa

Acompañantes: Dip. Bezus, Verónica Adriana y Dip. Cesino, Jorge Martín y Dip. Duarte, Laura Grisel y Dip. Llera, Héctor Ricardo y Dip. Romero, Lucas Aníbal

Comisiones que tratan: TRABAJO Y RÉGIMEN DEL EMPLEADO PÚBLICO

Fundamentos

La situación en la que está inmersa el mundo, como consecuencia de la pandemia originada en el COVID 19, nos lleva a pensar y a prever múltiples escenarios. Algunos llenos de incertidumbre y otros con la certeza de un desenlace drástico. Constantemente, los medios de comunicación, nos ponen frente a los ojos el declive de sectores económicos, quiebra de empresas, empleadores que no pueden hacer frente a los sueldos. El desempleo es uno de los efectos con mayor magnitud, por lo que se torna necesario continuar generando herramientas que nos permitan paliar la crisis. Nos preocupan las personas, trabajamos por ellas, estudiamos y analizamos formas de contención para todos los misioneros. Queremos garantizar el acceso a oportunidades para todos, que nadie quede descartado o “fuera del sistema”.

Es verdad que en este momento, parece primar la ley del más fuerte, pero en Misiones, accionamos concretamente para que esto no sea así. Esta ley no solo busca prever situaciones de desempleo que puedan generarse como consecuencia de la situación actual, sino que fundamentalmente apunta a generar un despertar de conciencia respecto a la importancia del valor del servicio que cada uno aporta en su trabajo y la vigencia de las habilidades que tenemos.

Queremos transmitir la idea de que ser empleable es comprender que cuando trabajamos, lo que hacemos es proveer servicios. Queremos crear una política activa que permita que todos puedan insertarse en el mercado laboral, tanto los que recién empiezan, como aquellos que han perdido sus empleos, o por algún motivo dejaron su empleo y ahora quieren reinsertarse a la vida laboral. Tengamos en cuenta que en nuestro país se estima que el 80% de las ofertas de empleo son para menores de 45 años.

La Organización Internacional del Trabajo, a través de la Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo ha hecho un llamamiento para que se reconozca formalmente el derecho al aprendizaje permanente. Se entiende que esta es la clave para que las personas puedan beneficiarse de nuevas formas de trabajo. Queremos instaurar la política de la formación permanente de los trabajadores a los largo de su vida para mantenerse permanentemente actualizados y así mejorar su empleabilidad. Darles herramientas para incrementar y mejorar sus conocimientos y así mejorar su situación frente al empleo y tener más oportunidades de conseguir trabajo o un empleo mejor que el actual.

Mediante la presente ley, se aspira a dar a aquellos que son empleados, la posibilidad de ejercer ese derecho de aprendizaje continuo. La vorágine del mundo trae nuevos desafíos, nuevos retos laborales y es evidente que no todos están capacitados para hacerles frente. Muchas de las competencias actuales no se ajustarán a los empleos del día de mañana y las competencias adquiridas hoy en día, pueden quedar obsoletas rápidamente. Históricamente se ha dado mucha importancia al empleo para toda la vida, su valor radica en la seguridad, en la estabilidad. Sin embargo, las tendencias actuales demuestran que a lo largo de 35 o 40 años en un mismo puesto de trabajo, los valores y las necesidades cambian. Con el transcurrir de los años cambian también las ambiciones y surge una necesaria inquietud a adaptarnos a estos cambios. Es cierto, que hay personas que no se preocupan por estar preparados para ocupar un puesto de trabajo. Pero también es verdad que hay muchos que se preocupan por estar al día, tanto en el sector público como privado, buscan seguir aportando valor. Por ello, proclamamos que cada individuo es responsable de su propia formación, actualización y con ello su satisfacción personal. Muchos sienten la necesidad de actualizarse, de mejorar, de adquirir nuevos y mejores conocimientos.

Es así, que introducimos el concepto de empleabilidad. No es un concepto nuevo, es un término acuñado para describir un deseo que ha existido siempre. Sin embargo, hoy en día la preocupación de no quedarse atrás y de estar más preparado, afecta a un mayor número de personas y es más frecuente a lo largo de la vida de un individuo. La empleabilidad puede entenderse desde el concepto acuñado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como las competencias y cualificaciones transferibles que refuerzan la capacidad de las personas para aprovechar las oportunidades de educación y de formación que se les presenten con miras a encontrar y conservar un trabajo decente, progresar en la empresa o al cambiar de empleo y adaptarse a la evolución de la tecnología y de las condiciones del mercado de trabajo. Sostenemos que es responsabilidad de cada uno, concierne al individuo que busca obtener, mejorar o retener un trabajo y por ello está estrechamente ligada al autodesarrollo, es decir, al hecho de que el individuo asuma el rol protagónico de su propia vida laboral, siendo proactivo en la búsqueda de oportunidades que le permitan ser más empleable, dentro o fuera de la institución o empresa en la que ya trabaja. Sin la voluntad de cada individuo sujeto de empleabilidad, poco beneficio obtendrá de las ayudas o planes que se diseñen. Pero también sostenemos con firmeza que la educación y formación son una prioridad del Estado.

Por ello, tomamos la iniciativa de dar el ejemplo y buscar alta empleabilidad en el personal. Así queremos incentivar a los empleadores privados a que vean los beneficios de mantener al personal en formación constante, motivarlos a invertir en su personal, estimularlos a buscar la mayor satisfacción de sus empleados. La empleabilidad no implica -necesariamente- formar al individuo en aquello que ya está haciendo, sino que lo eleva a aumentar su confianza, desarrollar su potencial y a estar más preparado para enfrentar nuevos desafíos. Es imprescindible cuidar de los empleados y asegurarse de que estos se encuentren satisfechos y con las necesidades cubiertas, trabajar en un ambiente en el que el empleado pueda rodearse de compañeros bien preparados, en un equipo que aspire a alcanzar máximos niveles de rendimiento sin duda traerá aparejado un aumento de la productividad y así asegurar un mejor futuro para las empresas.

No dejemos que el empleado público quede relegado a simplemente cumplir una tarea mecánica o a cubrir un lugar, queremos darle la oportunidad de que si, su espíritu así se lo reclama, pueda construirse intelectualmente, culturalmente, sentirse pleno y satisfecho en sus ambiciones de crecimiento intelectual. Quizás aún no ha descubierto su deseo de superación personal, quizás tuvo que negarse a sí mismo esas opciones. Ahora queremos ofrecerles esa oportunidad, hacerles saber a todos los misioneros que tiene el derecho a continuar aprendiendo, que el lugar que ocupen, el trabajo que se encuentren realizando no los obstaculiza en su deseo de continuar creciendo y de prepararse para otras alternativas.

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